martes, 19 de octubre de 2010

San Marcos, Judería Jerezana

“Como está escrito en el profeta Isaías: Yo envío delante de mí a mi mensajero, para que prepare el camino. Voz que clama en el desierto: Preparad el camino al Señor.”

Con estas palabras inicia San Marcos Evangelista su evangelio, empezando su relato en el desierto y el río Jordán, razón por la que se le asocia con el león, pues a este bello animal se le consideraba rey de estos angostos parajes. Río que aparece plasmado en la tablilla pictórica del siglo XVI del bautismo de Nuestro Señor Jesucristo, ejecutada por las nobles escuelas y pinceles de Alejo Fernández, Cristóbal de Cárdenas y Juan de Mayorga; tablilla, que junto a otros 12 lienzos contemporáneos del anterior, que desarrollan escenas tradicionales de la vida de Jesús y Figuras Apostólicas, y una elegante arquitectura de madera dorada repleta de detalles decorativos del siglo XVII conforman un exquisito Retablo Mayor, pieza cumbre del rico ajuar del que presume la céntrica Iglesia de San Marcos, presidido por una pintura central que representa al mencionado evangelista, diseñada por el artista sevillano Rodríguez de Losada. Por encima de sus dos cuerpos principales, esta magnífica pieza barroca finalizada en el siglo XVII remonta un espectacular ático escalonado con tablas entre pilastras talladas que soportan una movida cornisa repleta de ornamentación. El conjunto se remata por grandes pináculos y escudos que se entremeten por los paños de la bóveda estrellada con que se cubre y remata el recinto.

Establecida en plena judería jerezana, la Iglesia, de estilo gótico y gótico tardío, ve su origen en la segunda mitad del siglo XIII, en el año 1264, pues junto con la Iglesia de San Lucas, la Iglesia de San Mateo y la Iglesia de San Juan de los Caballeros (los cuatro Evangelistas), la Iglesia de San Dionisio y la Iglesia del Salvador, constituyen las seis parroquias primigenias que en esa fecha se fundaran en la zona intramuros de la ciudad al efectuarse el Repartimiento por el rey castellano Alfonso X El Sabio tras la reconquista definitiva de Jerez en ese mismo año. La historia de la parroquia sin duda está estrechamente ligada a la historia de la ciudad, pues en ella se celebraron las Juntas presididas por el Duque de Medina Sidonia para acabar con los conflictos entre la nobleza jerezana.

La construcción del templo, erigido sobre una de las veintiocho mezquitas de la ciudad, puede fecharse hacia mediados del siglo XIV, como evidencia el estilo de su ábside poligonal y la portada mudéjar del lado del Evangelio, posiblemente lo más antiguo de la obra. Fue a mediados del siglo XV cuando se tuvo que emprender una profunda reconstrucción, concretamente hacia el año 1480, en estilo gótico tardío. Las referencias documentales a las obras de este proceso iniciado en 1480 hacen referencia a la construcción de la única nave que presenta la iglesia, de gran amplitud, con capillas adyacentes a ambos lados, siendo su cabecera simple de tres lados. Los cuatro tramos de la nave, al igual que la Sacristía, se cubren con una magnífica bóveda estrellada del siglo XVI, de mayor complejidad decorativa tanto en la cabecera como en el primer tramo.

De las capillas del templo destaca el repertorio de formas mudéjares que en ellas se cuentan, estandarte de la arquitectura medieval jerezana. En la nave de la Epístola nos encontramos con la Capilla de los Picaños, una capilla funeraria donde yacen enterrados ilustres jerezanos como Diego Fernández de Herrera. Esta cubierta con bóveda de crucería, con nervios decorados con dientes de sierra. La Capilla Bautismal, en el lado del Evangelio, posee un arco de ingreso de medio punto, enmarcado en alfiz con impostas decoradas con mocárabes. Su planta es hexagonal y se cubre con una cúpula gallonada decorada con arquillos que descansan sobre trompas. La clave es una estrella de ocho puntas. La Capilla del Sagrario es una obra barroca realizada en la segunda mitad del siglo XVIII, que presenta una reja, donde figura una inscripción con la fecha de 1795, y un retablo, ambos de estilo neoclásico.

Exteriormente la iglesia es muy sencilla, y presenta tres fachadas con una portada principal, a los pies del templo, de estilo manierista del siglo XVII, resuelta con pilastras almohadilladas que embellecen sendos laterales de la puerta de entrada, enmascarada superiormente por un frontón recto sobre el que descansa una hornacina centrada en el mismo. La fachada de la Epístola posee un arco apuntado de ingreso con intradós de dovelas almohadilladas. Sobre él un alero horizontal con modillones de origen califal.

Céntrica Iglesia de San Marcos, que cada Lunes Santo se tiñe de rojo y de blanco, hace resonar sus campanas y conforma, con su barrio, el epicentro de un enclave señorial de velas, ángeles, ciriales, tambores, trompetas y trombones nazarenos, todos acompasados con el suave y lento procesionar del Sacramento de Sacramentos, que con su vino y su sangre, evangeliza, en la Semana de Semanas, a los cofrades de Jerez, pidiéndonos Paz, mientras nosotros contemplamos afligidos.

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