viernes, 10 de junio de 2011

Un artículo por encargo, "Los orígenes del Rocío"

«Entrado el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre que había salido a cazar, hallándose en el término de la Villa de Almonte, en el sitio llamado de La Rocina, advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros, que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas expresiones de su natural instinto. Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito...”

Mis padres me educaron en la vieja y casi olvidada definición del buen ciudadano. Lo que te piden debes hacerlo con premura y de la mejor manera posible. El respeto y cariño al prójimo son bases de duro cimiento que crearán una sociedad de futuro tan perfecta como un concierto de Sabina en una sala pequeña, al aire libre, en verano, con poco público y una copa de Whisky, en la mano derecha, con dos peces de hielo.
No sé, sin embargo, si mis padres tuvieron éxito en esa costosa batalla. Desde luego, ganas de conseguirlo no me faltan. Estoy al tanto de los problemas sociales que existen a mi alrededor, me intereso en la política de mi ciudad y dono sangre con asiduidad. También escribo artículos de temáticas y gustos que me indican algunos amigos. Y es por eso por lo que “La Blanca Paloma” toma las páginas de este blog, en un artículo por encargo porque alguien me lo ha pedido. Tómalo como un regalo anticipado de “santo” querido Antonio.

El párrafo con el que hemos comenzado la narración de hoy, pertenece a las Reglas de la Hermandad Matriz del Rocío de 1758. Como muchas de las Vírgenes-Patronas de diferentes puntos de la geografía española, la leyenda de su creación supera a la realidad y con el tiempo se entremezclan creando un mito. Algo así, tal y como nos cuenta Tolkien, acabó pasando con el Anillo de Poder que tantos disgustos y quebraderos de cabeza causó a Frodo Bolsón, Sam Gamyi y a toda la Tierra Media en la genial saga “El Señor de los Anillos”.

La conquista de Niebla tiene lugar en 1262 por Alfonso X “el Sabio”, al que tanto debemos. Él repobló todas las tierras de la jurisdicción de Niebla, entre ellas Almonte. Narran las crónicas históricas que el propio Rey, mandó erigir una ermita consagrada a la Virgen en el lugar llamado de Las Rocinas, donde colocó la imagen de Nuestra Señora del Rocío.

La hermandad matriz de Almonte se fundó el año 1648. En 1653 se proclama a la Virgen patrona de la villa de Almonte. Entre la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII, surgieron una serie de hermandades en poblaciones cercanas a la aldea, como las de Pilas, La Palma del Condado, Moguer o Sanlúcar de Barrameda. Posteriormente fueron surgiendo las de Rota y El Puerto de Santa María. A lo largo del siglo XIX, surgen otras cuatro hermandades,Triana, Umbrete, Coria del Río y Huelva. Tras la Guerra Civil española decenas de nuevas hermandades filiales se han ido creando, hasta sumar las 106 hermandades filiales existentes.

De estas 107 hermandades, 96 son andaluzas y 11 de fuera de Andalucía. Entre las hermandades filiales de fuera de Andalucía nos encontramos las de Badajoz, Ceuta, Murcia, Cataluña, Valencia, Baleares o Madrid. En éstas últimas o bien la fundación corrió a cargo de andaluces o bien el grueso de los hermanos está constituido por andaluces o descendientes de éstos.

En lo referente a la importancia de las hermandades según el número de peregrinos, las mayores son la de Huelva, con unos 14.000 peregrinos y la matriz de Almonte con unos 10.000. Tras éstas se situarían la hermandad de Sanlúcar de Barrameda, con unos 5.500 peregrinos, la Hermandad de Emigrantes de Huelva (fundada inicialmente en Alemania por emigrantes onubenses) con unos 5.000, la de Villamanrique de la Condesa, con unos 3.500 y Moguer con algo más de 2000 peregrinos.