martes, 28 de septiembre de 2010

Como Siempre, el 24

Según el derecho español se puede sancionar a una persona que no actúa conforme dicta los usos y las costumbres de determinada región. Así pues yo no podía faltar a aquella costumbre que casi toca lo ritual. Como siempre el 24 de septiembre, los dos creadores de este blog nos encontrábamos en las puertas del Convento de la Merced esperando a que el reloj marcara las 18,30 momento en el cual se pondría en marcha los andares de la procesión de la “morenita” de Jerez, de nuestra patrona.

Pero como al igual que el “Padrenuestro” se ha modificado con el paso de los años, nuestra presencia en aquel extraordinario templo del XVI se vio algo cambiada. La web www.sentimientocofrade.net, de la que hablaremos largo y tendido en próximas ediciones, nos ofreció micrófono para contar a los internautas de dicha página las vivencias, imágenes y sonidos que no olvidaremos de ese día tan nuestro.

Narra la leyenda que la fundación del Convento de la Merced en la ciudad de Jerez se realizó sobre terreno donde antes había existido una fábrica de tejas, del que aún se conservaban el horno donde se cocían ladrillos y tejas. Al intentar derruirlas para hacer los cimientos del convento, se cuenta que dieron con una oquedad con un pequeño nicho donde se encontraba una la imagen de la Virgen, ennegrecida por el humo de la fábrica de tejas.

Historia que tras ser leyenda acabó convirtiéndose casi en un mito. Aunque evidentemente sabemos que nuestra patrona es tan negra como la madera de azufaifo, cuya especie Zizyphus Spina-Christi habría servido para hacer, según la tradición, la corona de espinas de nuestro Salvador.

Existen pruebas documentales de la presencia de un monasterio mercedario en la ciudad desde 1365. La fecha de ejecución de la talla de la Virgen de la Merced podemos establecerla en el segundo tercio del siglo XVI y según parece procedía del convento mercedario de Algeciras, en la que figuró como patrona durante 25 años. Desde entonces la patrona goza de una devoción que pocas veces había disfrutado alguna talla santa en Jerez. Es el gran erudito Hipólito Sancho quien nos ayuda a descubrir tantas verdades olvidadas en esa genial obra póstuma titulada “Mariología Medieval Xericiense”.

Aunque también debemos recordar que durante tantos siglos el cambio de patrona ha sido algo realmente natural, motivado en su mayoría por los beneficios económicos o de posesiones que ofrecían uno u otro patronazgo. La primera fue Santa María, designada por Alfonso X tras la reconquista de Jerez. A esta advocación se consagró la primera capilla cristiana situada en el Alcázar. El mismo Rey narra en las Cantigas de Santa María los favores que la Virgen hizo a los habitantes de nuestra comarca.

Otra de las vírgenes que han tenido vital importancia en la historia jerezana ha sido Nuestra Señora de Consolación. Su culto se relaciona con un eminente religioso dominico, prior del convento durante un largo período de tiempo. Fue confesor y consejero en el reinado de Sancho IV y la regencia de su viuda doña María de Molina. El carácter de este culto quedó firmemente establecido ya que se atrajo a las multitudes haciendo que su capilla fuese centro de peregrinaciones y convirtiendo a la Virgen en protectora de la ciudad por sus grandes milagros en beneficio del lugar. La última es la virgen del Socorro de la que en breve realizaremos un artículo en el blog conmemorando los 400 años de su copatronazgo.

Sin duda los días de la Merced son especiales pero creo que siempre lo serán más si conocemos ciertas informaciones como las que acabo de plasmar en el papel. Porque el conocimiento es cultura, y la cultura nos hace sentirnos satisfechos. Así pues me imagino que es por esto por lo que todos los años siento algo especial esa tarde de septiembre. Como siempre, el 24.

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