jueves, 24 de febrero de 2011

El porqué del Carnaval de Cádiz

Los azares del destino me han traído, en este actual curso, a una nueva residencia. Conocía Cádiz lo justo, lo necesario, ni más ni menos; sin embargo las grandes amistades que tengo en esta ciudad misteriosa y mi propio afán aventurero me han llevado a casi amar este inigualable lugar. Vivo en la Plaza del Mentidero, de gaditanas maneras como diría un conocido. Tengo además turno de tarde y acabo, a no ser que el desánimo me pueda, a las 9 de la noche. Pero en estas fechas no tomo el camino directo que me lleva a mi piso, siempre me desvío un tanto para cruzar por delante de la puerta del Gran teatro Falla. Han sido mis estudios es Cádiz los culpables, sin duda, de este especial respeto que le tengo al Carnaval. Cuartetos algunos, Comparsas las necesarias, Coros muchos y Chirigotas mis favoritas. Y es que la ciudad capital vive todo el año en carnaval. Sin embargo es cierto que aunque conozco el nombre de autores, de grandes agrupaciones, de público selecto, algunas coplas y tal, no sé nada de su historia, de sus raíces, y es por eso por lo que las líneas de esta semana van dedicadas a explicar el por qué de esta curiosa fiesta.

Varias páginas Webs me explican que el origen del Carnaval puede remontarse a las bacanales, a las saturnales y a las lupercales, que son fiestas dedicadas a los dioses Baco, Saturno y Pan en las antiguas culturas clásicas. Además toma peculiaridades del italiano, debido a la influencia genovesa que conoció la ciudad. Los antifaces, las caretas, los confeti, los papelillos son otros tantos elementos que se asemejan al Carnaval italiano.

Como bien sabemos todos el disfraz es el elemento fundamental del carnaval, pues éste invierte el orden de las cosas, satirizando a la sociedad y a la autoridad, dando así rienda suelta a la fantasía y a la libertad. También conocemos que acaba justo el miércoles de Ceniza, es decir, con la conclusión del carnaval comienza la Cuaresma.

Hasta 1861 el el Ayuntamiento no la reconocía como una fiesta propia. Fue entonces cuando el alcalde Don Juan Valverde propone que sea el Cabildo el encargado de organizarlo. En 1884 el alcalde Eduardo Genovés ordena una mayor vigilancia en las calles e impone que todas las Comparsas y Estudiantinas que quieran recorrer la población deberían de proveerse de la correspondiente licencia municipal. Incluso se establecerá la censura previa.

Ya en el siglo XX (1937) el General Franco, abolió la fiesta. Sin embargo, permaneció latente en el sentir del pueblo. Leo que “en las tiendas de vinos y en los colmados gaditanos de la posguerra no faltaban en el mes de febrero grupos de nostálgicos que se reunían para rememorar y cantar viejas coplas carnavalescas.”
Otra fuente me indica que fue en 1948, cuando el gobernador civil Rodríguez de Valcárcel autorizó a que cantara el Coro "La Piñata Gaditana" y a partir de ahí los Coros y Chirigotas salen a la calle con su autorización, insistiéndose en que no puede aparecer por ninguna parte la palabra "Carnaval".

Para nuestro gozo en 1977 se produce la recuperación del Carnaval con su nombre tradicional y a sus fechas de siempre. Más tarde, en el año 1984, la Fundación Gaditana del Carnaval obtiene la competencia de organizar, dirigir, programar y ejecutar los Carnavales de la Ciudad de Cádiz.

lunes, 21 de febrero de 2011

La respuesta, Alcázar

He de confesar que tras estos largos años de lucha ya había perdido la esperanza. Han sido muchas lunas fuera de casa, alejados de mi esposa y de mis hijos. Calculo que mi primogénito ya habrá cumplido la década y el pequeño, al que aún no conozco, sabrá decir “papá”. Esta campaña para vencer a los musulmanes nos había llevado de un lugar a otro, de una batalla a otra, hasta que llegamos a esta ciudad con muralla impenetrable de 4 kilómetros. Jerez me sorprendió mucho, cuentan que ocupa unas 46 hectáreas y acoge a una población de 16.000 personas... también dicen que quien gobierne este territorio dará un paso muy importante en ganar esta maldita guerra. La llaman la revuelta de los mudéjares, yo la llamo de otra manera. Pero hoy es un día de gozo, dicen que será recordado por las generaciones futuras. Mi señor, Alfonso X Rey de Castilla, al que algunos llaman “el Sabio”, ha doblegado al ejercito de Alá y cruza majestuoso junto a su hueste la puerta del Alcázar. Durante estos años me he enterado que alcázar, procede del árabe, al-qasr y es la sede del poder político y militar de la ciudad. La entrada a la fortaleza-palacio es como todas las islámicas, con ingreso en recodo. A través de un monumental arco de herradura, se entra en un espacio cubierto por un bóveda vaída. 1264 es el año especial que nos contempla. Alcanzamos el patio al que llamaremos de arma, aquí instruiremos y ejercitaremos a la guarnición. El interior es impresionante, los amplios jardines tienen la estética clara de al-Andalus. Ahí está la puerta del campo, que al comunicar con el exterior presenta algunos problemas defensivos y es por eso su estrechez, la altura de las bóvedas y su triple recodo. Allí los baños, que según cuentan tienen tres salas, una caliente, una templada y una fría. Más allá hay un gran pabellón de descanso con planta cuadrada cubierta por cúpula octogonal sobre trompas con dos alcobas laterales. El punto más alto es la llamada Torre Octogonal, la atalaya para vigilar y controlar el entorno. Pero no hemos entrado aquí para ver los misterios de la arquitectura islámica, no. Caminamos hacia un pequeño y antiguo oratorio, ellos lo llaman mezquita. Veo, como bien me dijeron, el alminar, que es la torre desde donde se hace la llamada a la oración. Veo también el patio de las abluciones con una pila en el centro. Junto al mihrab, que es el pequeño nicho abierto en el muro de la kibla y que señala a los fieles la dirección sagrada a la Meca, está mi Rey dedicando unas bellas cantigas a Santa María que será la titular de esta nueva iglesia.

jueves, 17 de febrero de 2011

El Corazón de Jerez

La calle Larga discurre paralela por la zona exterior del ala Este de la muralla, sin que existiera ninguna edificación en ella hasta finales del siglo XVI. Es a partir de los albores del siglo XVII cuando comienzan a surgir numerosas construcciones, primero adosadas a la muralla y a continuación frente a ella, empezando a convertirse en una calle que en pocas décadas se transformará en la principal vía urbana del entramado de la ciudad. La calle Larga fue siempre una vía comercial y festiva a la vez. En ella encontramos a principios del siglo XX, nada menos que seis entidades recreativas: el Casino Nacional, el Casino Jerezano, el Círculo Lebrero, el Círculo Liberal, La Tertulia y el Círculo Conservador. Además, numerosos y emblemáticos comercios estaban y están aquí establecidos.

En 1910 se instala en el número 10 algo novedoso e importante para nuestra ciudad: la “Central Telefónica Interurbana”. También la Oficina de Correos y Telégrafos tiene su sede en esta misma calle, concretamente en la casa nº 22. Pocos años después se construyó el recordado hotel “Los Cisnes” con objeto de ofrecer alojamiento digno y elegante a aquellos viajeros importantes que llegaban a la ciudad debido al comercio de vinos. Dio un distinguido ambiente a toda la zona, surgiendo alrededor del mismo otros selectos bares y restaurantes como Nuevo Bar, La Española, La Granja Soler…

En los años veinte, su aspecto se vio mejorado cuando se derribó una antiestética construcción que albergaba una agencia de transportes haciendo rotonda con la calle Santa María, puesto que en su lugar se edificó, por cuenta de la casa Domecq, el singular “Gallo Azul”. En su diseño se puede apreciar la huella del arquitecto sevillano Aníbal González.

Al otro extremo de la calle se alza un palacete que ocupa la finca nº 50, que en 1980 fue adquirido por la Caja de Ahorros de Ronda para sus oficinas. Esta entidad restauró el inmueble, rescatando así esta joya arquitectónica del XIX, de bella fachada barroca, inspirada en el estilo de los palacios venecianos. Se construyó en 1870 por iniciativa de Manuel María González Ángel, bajo la dirección del maestro de obras jerezano Andrés Cárdenas, siendo cedida para sede del Casino Jerezano. En su construcción se emplearon los mejores materiales existentes en aquella época.

Contiguo a la anterior edificación, y haciendo esquina con calle Bizcocheros, se alza otro edificio que evoca a aquellos tiempos en que albergara esa encantadora sala cinematográfica: el Cine Maravillas. El edificio fue construido por encargo de Francisco Parejo, por la constructora Agromán a principios de 1940, según el proyecto del arquitecto municipal Fernando de la Cuadra e Irízar.
A la mediación de la calle encontramos una bellísima casa renacentista del siglo XVI, que fuera residencia de los marqueses de Villamarta. Fue reformada en 1923 por el afamado arquitecto Hernández Rubio. Sus últimos inquilinos fueron la familia Segovia, quienes la vendieron a una multinacional de confección. El último tramo de Larga antes de desembocar en el Arenal es la Lancería, nombre que emana de haber sido el lugar donde se fabricaban las lanzas para los soldados.

BIBLIOGRAFÍA

MARISCAL TRUJILLO, Antonio. "Paseo Histórico por las calles del viejo Jerez". Tercera edición. Bookingfax. Jerez, 2009. Capítulo XIII, págs. 67 - 72.

lunes, 14 de febrero de 2011

Frases de San Valentín...

El amor. Posiblemente la mayor fuente de inspiración de todos los tiempos. Hay tantas y tantas frases de incontables y célebres autores y personajes, que la lista podría ser interminable. Pero algunas de ellas me llaman poderosamente la atención, y siendo hoy un día tan especial, voy a aprovechar para citar algunas de ellas.

El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.”, Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870).

“La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.”, Gabriel García Márquez (1927-?).

“Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.”, William Shakespeare (1564-1616).

“Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.”, Albert Einstein (1879-1955).

“La peor prisión es un corazón cerrado.”, Juan Pablo II (1920-2005).

“Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?”, Jacinto Benavente (1866-1954).

“La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación.”, Lope de Vega (1562-1635).

“El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.”, Madre Teresa de Calcuta (1910-1997).

“Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.”, Francisco de Quevedo (1580-1645).

“La medida del amor es amar sin medida.”, San Agustín (354-430).

“Los que padecéis porque amáis: amad más todavía; morir de amor es vivir.”, Victor Hugo (1802-1885).

Cuántas cosas hemos dicho, hecho, vivido, sentido, pensado, perdonado, llorado, reído, disfrutado, soñado, cantado, gritado…, incluso escrito por amor…

No hay experiencias en mi escueta vida

suficientes para todo un soneto,

durante el viaje escrito por completo.

Tiembla la rima. La letra, movida.

Ya sin quererlo el segundo cuarteto,

¡adiós a nuestra historia sufrida!

Empieza una etapa, de amor, sentida,

con poesía descrita, en tercetos.

Enamorado estoy, por vez primera,

de un cielo que admiro en la ventana.

Azul, inmensidad, siempre sincera.

Sus rayos de luz me abrazan con ganas;

sus nubes me besan en primavera.

Admiro la belleza en su mañana.

Feliz Día de los Enamorados…, aunque cuando se quiere a alguien de verdad, San Valentín se celebra 365 veces al año...